Las celebraciones familiares no son lo mismo sin un cuñado que les dé chispilla. Si eres uno de esos infelices que no tienen uno a mano, hay agencias que te lo proporcionan. Pero cuidado porque los cuñados, como la armas, los carga el diablo.
Rosa: Podíamos pedir un cuñado.
(Todos callan y se miran divertidos).
Adela: La verdad es que siempre quise tener un cuñado.
Álvaro: No sé… los cuñados son…
Rosa: ¿Cómo son?
Álvaro: Puf, los cuñados los carga el diablo.
Rosa: Bueno, seguro que le daba picante a la celebración.
Adela: Así tendríamos algo de qué hablar…
Ramón: Seguro que no nos aburríamos y, si se pone pesado, lo echamos y santas pascuas.
Representado en La Malhablada de Salamanca durante el mes de mayo de 2016 por los chicos de Hypókrita Teatro dirigidos por Maribel Iglesias.
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