'El niño del avión'
Escultura de Agustín Casillas
en el Paseo de Carmelitas
de Salamanca
PROYECTO PARA UN FINAL FELIZ (Fragmento)
Estuve tentado de decirle que no,
fantaseando a mil por hora con la posibilidad de que me llevara a un piso
cálido y pequeño del centro de Helsinki –suponiendo que Helsinki tuviera
centro– un piso de soltera con carteles antiguos de compañías aéreas en las
paredes, con un hervidor de agua susurrante, estanterías repletas de chocolatinas
azules y novelas negras y, al fondo, una ventana de cristales gruesos tras los
que ver toda Europa congelada. Pero soy novelista y por tanto nunca miento, así
que le dije el nombre de mi hotel, su dirección y hasta el apellido de la
señorita de recepción que me atendió en un inglés impecable.