La teoría del caos
Mi
nombre es Joaquín y he trabajado durante diez años como encargado de mantenimiento
en un hotel junto a la playa.
Durante
todo este tiempo no ha sucedido nada especial, pero el verano pasado me dio por
cambiar algunas cosas en mi trabajo. Dicen que si una mariposa mueve las alas
en Hong Kong puede provocar un terremoto en Nueva York, pues bien, durante el
mes de septiembre yo me he dedicado a provocar terremotos.
Comencé
con la luz eléctrica, estarán conmigo en que dejar las habitaciones a oscuras
puede traer consigo un sinfín de posibilidades. Durante una semana dejé sin luz
a todas las habitaciones pares, la semana siguiente hice lo mismo con las
impares y la tercera provoqué un apagón general todas las noches a las doce en
punto.
Les
aseguro que hubo de todo, llamadas de protesta, golpes, chillidos, también se
denunciaron dos robos el primer día y seis el día del apagón total. Una anciana
dijo haber perdido a su marido y varias personas quedaron atrapadas en el
ascensor, entre ellas una pareja de desconocidos que, cuando fueron rescatados,
retozaban en el suelo.
No
quiero entrar en detalles, pero el simple manipulado del cuadro de luces
provocó un cambio en el destino de varios huéspedes y probablemente en la vida
de todos nosotros, a mí, por ejemplo, me echaron de mi trabajo.
Espero
que esta carta de presentación sirva para que me contraten en otro hotel. Me
quedan tantas vidas por cambiar…