viernes, 30 de diciembre de 2016

Noche de Reyes (Fragmento)

XIII Certamen de Relato Breve ¿Dónde está la Navidad?

La destreza de Juan para ganar dinero nunca había sido valorada, tres o cuatro sablazos a los amigos y algún hurto menor no podían considerarse grandes proezas, sin embargo aquella mañana me propuso algo de más calado.
   ― Vamos a dar el golpe definitivo, Paquito, vamos a forrarnos.
Juan llevaba ojeras color granate y de algún lugar de su cuerpo sacó un plano grande y arrugado. 
― Mira, Paco –dijo señalando el plano con un dedo tembloroso- estos pisos de la Gran Vía se quedan vacíos la noche de Reyes. Sus dueños bajan a ver la Cabalgata y nosotros solo tenemos que colarnos en sus casas.

Finalista en el XIII Certamen de Relato Breve ¿Dónde está la Navidad?


jueves, 29 de diciembre de 2016

Tengamos la fiesta en paz


Martínez trató de ocultarla, pero todos nos dimos cuenta.
Martínez es el responsable de gestionar los contratos con las compañías externas, y la mañana de Nochebuena una empresa de servicios de limpieza le había entregado una cesta enorme, repleta de turrones, polvorones, botellas de vino tinto y vino blanco, cava catalán, espárragos navarros, frutas de Aragón y embutido de Salamanca. Por haber, había hasta una botella de coñac nacional que había visto Purita, la secretaria de dirección.
El capullo de Martínez no dijo nada, el muy imbécil creyó que no nos habíamos dado cuenta. Según él todos somos una panda de descerebrados que solo sabemos contar los días que quedan hasta el próximo puente, que lo único que nos importa es comer y beber, pues eso.
Rosario, la de personal, que va de limpia y conciliadora, y que todas las navidades coloca un arbolito de plástico sobre su ordenador, trató de hablar con él, de insinuarle que lo sabíamos, de invitarle a compartir aquel botín, pero Martínez es un capullo, creo que ya lo he dicho, y se hizo el tonto “¿Compartir? ¿y qué voy yo a compartir? ¡Cómo no comparta deudas!”
Ramón, que lleva las ventas al extranjero y que, a pesar de hablar tres idiomas, es el más burro de la oficina, quiso quitársela por la fuerza, pero Antonio Fuentes que es el jefe de nuestra sección y su frase favorita es “No quiero líos” se lo prohibió, incluso le amenazó con abrirle un expediente si había jaleo. “Tengamos la fiesta en paz”.
En paz la iba a tener ese desgraciado de Martínez, yo me callé como hago siempre, pero empecé a reconcomerme por dentro, a sentir un calor así como de muy mala leche interior y empecé a idear el plan.
Yo sabía que esa tarde, a pesar de ser Nochebuena, Martínez se iba a quedar el último en la oficina con la excusa de terminar algún informe. Cuando lo dijo, “Señores, hoy tengo que quedarme a acabar los informes de fin de año”, nadie le hizo caso.
A las seis y media brindamos con unas botellas de cava que llevó Antonio Fuentes. Pasó por allí, como todos los años, el jefazo a saludarnos, se tomó una copa en un vaso de plástico, puso su sempiterna cara de asco, repartió besos y apretones de manos y se fue. A la hora no quedaba nadie en la oficina, solo Martínez en su despacho y yo delante de mi ordenador.
Por los ventanales se colaba la luz roja y verde de las bombillas que formaban los adornos navideños. Todo era muy tierno, la Nochebuena estaba a punto.
Allí dentro también todo estaba a punto, yo esperaba con la mirada perdida mientras Martínez, metido en su despachito, maldecía mi nombre y pensaba en cómo sacar de allí su cesta de Navidad sin que yo le viera.
Mi plan era bastante simple, resistir.
Esperaría el tiempo necesario, si era preciso no iría a cenar, pero ese capullo tendría que avergonzarse si quería sacar de allí su botín.
Aguantó hasta las nueve.
Después salió sin su cesta y, con mucha dignidad, me dio la mano y me deseó felices fiestas. Yo esperé en mi mesa diez minutos antes de ir a su despacho y buscar la cesta, la encontré en su armario, relucía como un niño Jesús de pueblo, la cogí sin pensar y salí de allí. 
En la puerta solo estaba el vigilante de seguridad. “¡Vaya cesta don Roberto, cómo se va a poner!” Y yo, que odio la Navidad y que no quiero ser como el capullo de Martínez, le sonreí, rebusqué entre las latas y le regalé una de espárragos, para que él también celebrara la Nochebuena. 

domingo, 30 de octubre de 2016

Tratado de salud para un asesino (Fragmento)

El manual, la copia francesa del tratado medieval, cayó al agua sonando como una maldición en una lengua muerta. Un libro mojado es una de las peores imágenes que pueden recrearse y, para Joaquín, que no sabía nadar y vestía camisa de franela y chaqueta de pana, era la señal de que aquello iba a salir mal.
Hulk e Hipatia (A. Palacios)

Estuvo a punto de ahogarse, tragó agua, tosió, sintió que pasaban por su cabeza olores y sabores de su pasado más íntimo, que se atropellaban por salir de su memoria manojos mal atados con los instantes más felices de la infancia, y pudo verse en el momento exacto de la adolescencia en el que perdió el paso y la dicha para siempre.

viernes, 28 de octubre de 2016

Un relato basado en una película basada en un relato

Otra historia inmortal (Fragmento)


Para un niño de seis años que nunca ha salido de su pueblo, que le hablen de Macao es casi lo mismo que oír hablar de Marte. Esa noche mi hermana mayor me enseñó en una enciclopedia ilustrada imágenes de esa ciudad extraña habitada por chinos que hablaban portugués, allí pude ver fotografías de su puerto atestado de juncos, las embarcaciones míticas en las que navegaban los piratas del Mar de China.


Segundo premio en el X Certamen de Relato Corto Fundación Villa de Pedraza (Segovia).


domingo, 25 de septiembre de 2016

Carta encontrada de Pedro del Rincón (Fragmento)



Si hubieran visto a pobres gañanes sacar unas monedas de debajo del jergón, a mujerucas con la piel quemada por el sol darnos los maravedís que habían guardado celosamente para pasar el invierno, a pobres de solemnidad comprando papeles inútiles con el sello del obispo para evitar el fuego eterno al que se creían condenados por haber blasfemado, por haber distraído unas frutas del huerto de su señor o por haber deseado a la mujer de su vecino.
¡Indulgencias, indulgencias para salvar el alma! –Gritaba mi padre– porque, ante los graves pecados que afligen a nuestro pueblo, el Papa de Roma y nuestro amado obispo han tenido a bien salvar nuestra vida eterna vendiéndonos la gloria en un pedazo de papel apergaminado.
Cuando comencé a acompañar a mi padre, yo aprovechaba los viajes por las tierras de la región para tratar con arrieros, mozas de mesón, gañanes, curanderas, destripaterrones, lavanderas, cabreros, campesinas y peones. Mi corta edad les hacía gracia y siempre tenían algún mendrugo, alguna pera dulce o algún membrillo amargo que darme. 
Mientras mi padre hacía negocio con sus pergaminos yo aprendía todo lo que me querían enseñar los supervivientes de la gloria de la monarquía católica, los despreciados sostenedores del Imperio eterno e inabarcable. Con ellos me ilustré más que en la escuela, aprendí a no hablar más de la cuenta, a leer en los labios y en las arrugas de la cara, a diferenciar al que llega hasta ti por interés o por amistad, a descubrir a los hombres que ocultan navajas en la faltriquera y a los que te dan todo a cambio de nada, también me enseñaron a temer a Dios y a despreciar a sus ministros, a llevarme bien con el vino  para no ser su esclavo, a desconfiar de las mujeres que no desconfían de los hombres, a descubrir que detrás de los naipes puede haber copas y oros pero, si te dejas arrastrar, también te darás de bruces con espadas y bastos.

Primer premio en el I Concurso Anual de Narrativa Premio Ilustres Pasajeros (Ayuntamiento de Cerecedilla, Madrid).


jueves, 15 de septiembre de 2016

‘Imitando a Chejov’ gana el certamen sobre vida universitaria de la UCO

El salmantino Alberto Palacios Santos articula su relato mediante los elementos de la novela negra para investigar la desaparición de una estudiante desaparecida

Crónica de Alejandra Luque en Cordópolis.es


El autor salmantino Alberto Palacios Santos y su escrito Imitando a Chejov se ha alzado como ganador en la modalidad de senior en el IX certamen internacional de relato breve sobre vida universitaria, un concurso promovido por la Universidad de Córdoba (UCO)



Imitando a Bogart (A.Palacios)


El jurado del certamen ha destacado como rasgo fundamental la solidez de la construcción narrativa, basada en una inteligente combinación de los rasgos de género y dimensión metaliteraria. En el primer caso, la estructura y los elementos de la novela negra administran los componentes del misterio y la investigación, con una estudiante desaparecida como motor de la acción. Un nota manuscrita en un ensayo sobre Chejov pasa a tener relevancia estructural a partir de uno de los más conocidos consejos del novelista ruso sobre la composición narrativa.


Catálogo de la Editorial Universidad de Córdoba

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Elías Álvarez imita a Chéjov

Imitando a Chéjov (Fragmento)


Entonces decide buscar un lugar en aquella ciudad del sur, un sitio cálido y familiar donde poder agarrarse al mundo. Pronto encuentra una solución fácil, una timba en una calle del centro en la que poder jugarse al póker el dinero que, todas las quincenas, el viejo le envía como si fuera un hijo malcriado.


Elías acude cada jueves a las once de la noche a jugarse el sueldo y las dietas. En cada partida piensa en los naipes con la intensidad enfermiza del escritor que se concentra en un personaje de su novela. Se concentra tanto en el juego que, en ocasiones, le surgen del fondo de su cabeza dudas sin solución y soluciones llenas de dudas sobre el caso de la estudiante desaparecida. Parece o tiene la sensación de que alguien se las dicta. 


Podéis leer el relato entero aquí



jueves, 8 de septiembre de 2016

Donde todo es posible

N
unca me gustaron las ciudades fáciles o aburridas, nunca entendí qué tenían de malo las palabras alboroto, bullicio o barullo.
Conocí a esta ciudad como se conocen a las mujeres que no nos convienen, con las que sueñas a escondidas, a las que no sabes cómo presentar a tus padres. Llegué a ella un poco por deseo y un poco por casualidad. La conocí en sus mejores días, los días de Feria, cuando está más guapa, cuando la alegría sale por cada costado, cuando es más libre y más canalla.

−¿Estás sola?
−¿Tú crees que yo puedo estar sola?
Tenía razón, nunca estaba sola, la gente se juntaba en sus plazas, bullía en sus calles, se retorcía como un dragón de papel de seda. A nuestro alrededor la música atronaba en mil colores y el olor de la Feria (inefable e inconfundible) lo inundaba todo.
La quise invitar a unos vinos, pero no me dejó pagar. La quise sacar a bailar, pero no había manera de que se quedara sola. Al final de la noche, aproveché el fresquito de septiembre para arrimarme, y la quise besar en cada esquina, en cada parque, en cada portal.

Siempre me gustaron las ciudades donde todo es posible, pasear por calles repletas de azares, por días forjados de ilusiones y noches desordenadas, avanzar palmo a palmo por su plano irregular, por ese lugar donde todo es posible.

jueves, 30 de junio de 2016

Hotel, dulce hotel

La teoría del caos

Mi nombre es Joaquín y he trabajado durante diez años como encargado de mantenimiento en un hotel junto a la playa.
Durante todo este tiempo no ha sucedido nada especial, pero el verano pasado me dio por cambiar algunas cosas en mi trabajo. Dicen que si una mariposa mueve las alas en Hong Kong puede provocar un terremoto en Nueva York, pues bien, durante el mes de septiembre yo me he dedicado a provocar terremotos.

Comencé con la luz eléctrica, estarán conmigo en que dejar las habitaciones a oscuras puede traer consigo un sinfín de posibilidades. Durante una semana dejé sin luz a todas las habitaciones pares, la semana siguiente hice lo mismo con las impares y la tercera provoqué un apagón general todas las noches a las doce en punto.
Les aseguro que hubo de todo, llamadas de protesta, golpes, chillidos, también se denunciaron dos robos el primer día y seis el día del apagón total. Una anciana dijo haber perdido a su marido y varias personas quedaron atrapadas en el ascensor, entre ellas una pareja de desconocidos que, cuando fueron rescatados, retozaban en el suelo.
No quiero entrar en detalles, pero el simple manipulado del cuadro de luces provocó un cambio en el destino de varios huéspedes y probablemente en la vida de todos nosotros, a mí, por ejemplo, me echaron de mi trabajo.
Espero que esta carta de presentación sirva para que me contraten en otro hotel. Me quedan tantas vidas por cambiar…



domingo, 19 de junio de 2016

Historias del mundo flotante

I Concurso Literario de la Asociación Japón: Historias del Mundo Flotante

LA CARTA (Fragmento)


Aquí el aroma es muy distinto, querida, es el perfume de la guerra, de la fuerza descomunal y pueril de nuestro ejército imperial, de las voces afectadas de los generales, de los ojos de terror de nuestros soldados y de los otros, los soldados temerosos del ejército chino que caen a tierra como cedros talados de forma precoz. Te puedo asegurar, querida, que puedo ver en sus ojos su destino truncado, las mañanas en las que no despertarán, las jovencitas anónimas a las que dejarán viudas antes del matrimonio, los hijos no nacidos, los que nunca tendrán nombre, los que ya les reprochan su muerte prematura.


domingo, 29 de mayo de 2016

Relato de cartón

Mundo de papel (Fragmento)


Tomando el airecito (A. Palacios)

Por las noches las personas de cartón viajamos, como el soldadito de plomo, en veloces barcos de papel cuadriculado, por las tardes recortamos fotos satinadas de las revistas y coleccionamos aviones de cartulina, y a veces –pocas veces–  quedamos con amantes de papel maché.

viernes, 27 de mayo de 2016

Microrrelato histórico

Habitando el tiempo (Fragmento)

Es verano, el pequeño Marco Fabio sonríe, tiene todo el tiempo por delante y su estatua, que aún no se ha tallado, sonríe también al jovencito calagurritano del siglo XXI.
El tiempo gira con sus propias leyes en el corazón de la vieja ciudad romana.






viernes, 22 de abril de 2016

Imitando a Cervantes

EN UN MESÓN DE LA MANCHA (Fragmento)


El inglés llega a la esquina salpicado de palabras de un castellano duro y sonoro, con erres que le raspan la garganta y vocales abiertas como fieras. Antes de sentarse se saca el sombrero de ala ancha, como los que ocultan venganzas en las callejas del Madrid de Felipe III.


Dulce venganza (A. Palacios)

Segundo premio en el IPremio de Relato Breve Romeo y Dulcinea (Diputación de Ciudad Real y BibliotecaPública del Estado en Ciudad Real)

La noticia en la prensa de Ciudad Real

viernes, 18 de marzo de 2016

El azar y la necesidad

TRADICIONES FAMILIARES


Ilustrado por Elena Gómez
Desde hace tres generaciones en mi familia tenemos la tradición de regalar una vez al año, cuando termina el verano, dos pistolas. Una se la enviamos a un familiar, amigo o conocido al que, después de discutirlo en un almuerzo, creemos que la necesita. La otra se la mandamos por correo a alguien a quien no conocemos, al azar resultante de un juego de mesa al que nos entregamos con deleite al finalizarla la comida y cuando ya se están sirviendo los licores.
Los efectos de esta tradición en la vida (y en la muerte) de sus protagonistas han sido, después de tantos años y de tantas pistolas regaladas, de todo tipo. Hubo sujetos a los que el revólver les salvó la vida y otros que la perdieron, hubo quien salió del fango y quien cayó en él.
Pero en nuestra última comida familiar alguien el primo Víctor quiso dar una vuelta de tuerca más y propuso en el momento justo, es decir, en el instante en el que todos habíamos alcanzado un grado óptimo de ebriedad, que en vez de una pistola colocáramos directamente un muerto en la vida de cualquier desgraciado.  Sin duda es hora de renovar las tradiciones.



martes, 1 de marzo de 2016

Mariposas chinas. Un conto galego (Fragmento)

Finalista en el 2º Certamen Nacional de Relato Vigo Histórico


El restaurante comenzó a llenarse todas las noches, era imposible conseguir una mesa si no se reservaba con semanas de antelación. No sé cuantas vidas salvé ni cuantas arruiné, prefiero no pensarlo, no sé dónde fueron a parar aquellas decisiones, en qué desembocaron aquellos torrentes que yo inicié, dónde produjeron terremotos aquel batir de alas de mis mariposas ocultas en las galletas de la suerte.


Mariposas chinas