En la Sesión Golfa (viernes y sábados de 00,00 a 1,20) podemos volver a ver a Maite Iglesias interpretar a esta profesional de la limpieza experta en vísceras, abogados, herencias y crímenes sin solución aparente.
Nadie parece
acordarse ya de la República, si acaso alguno que vivió en Cartagena durante el
cantón y tuvo que salir huyendo, o algún otro que participó en La Gloriosa y que cuando bebe más vino
de la cuenta sacude sus recuerdos delante del último vaso en la barra de mármol
de la Taberna del Águila. Pero todos los demás parecen conformes, inertes como
cabestros ante la regencia de esta reina de la impostura que es María Cristina
de Habsburgo. Yo no.
Sé que un hombre
solo poco puede hacer, pero no sería un hombre si me conformara, si aceptara el
final del sueño republicano cruzándome de brazos. Yo no soy de los que se rinden,
aunque tenga la punta de la espada de mi enemigo rozándome la garganta, y por
eso estoy de nuevo en Madrid, dispuesto a encontrar mi oportunidad de cambiar
la historia.