La última vez que estuvo en Toledo, Santiago Sánchez tuvo que buscar un dentista, lo recuerda como si fuera ayer, y sonríe. Santiago sabe que cuando le vienen a la cabeza combates de hace más de cuatro o cinco años es que el whisky está haciendo efecto, si además los perdió y los recuerda con nostalgia es que ya está en ese punto óptimo de la bebida en el que la vida comienza a ser amable.
Aquel de Toledo fue su último combate en el peso ligero, poco después subió dos categorías y empezó a combatir en el Wélter. Fue su mejor época, unos años en los que ganó mucho dinero y su vida parecía que iba hacia adelante.
Luego todo se fue torciendo.
Primer puesto en el II Premio Pérez-Taybilí (Medina Cultura de Toledo)
Noticia en El Día. Periódico de Castilla-La Mancha
Noticia en AhoraCLM.com
Noticia en lacerca.com
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