Este no es otro blog sobre literatura
Relatos, microteatro, cortes y recortes. Alberto Palacios Santos
lunes, 18 de agosto de 2025
martes, 22 de julio de 2025
martes, 25 de marzo de 2025
Nei romanzi gialli piove sempre
En este enlace podéis leer el relato completo en castellano.
Y aquí el acto del Tenerife Noir en Santa Cruz.
domingo, 8 de diciembre de 2024
En las novelas negras siempre llueve
En las novelas negras siempre llueve ha obtenido el Premio NeRoma al cuento negrocriminal en español y será publicado por Il Giallo Mondadori en Italia.
El certamen ha estado organizado por Tenerife Noir y NeRoma Noir Festival.
¡Gracias!
sábado, 7 de diciembre de 2024
Sueños de África
Sueños de África ha ganado el premio al mejor relato en el XII Concurso Literario de La Gaceta de Salamanca.
¡¡Gracias!!
sábado, 9 de noviembre de 2024
Una vez más
Entre abril y junio logré cruzar el desierto recorriendo la distancia de doce maratones. En julio me hice especialista en salto de altura y traté de saltar la valla, pero fracasé. Fue entonces cuando me hice nadador en aguas abiertas para cruzar hasta Melilla.
En otoño conseguí llegar a la península donde me convertí en atleta de marcha para recorrer a buen ritmo la distancia entre Algeciras y Madrid. En la capital me hice velocista de 100, 200 y 400 metros, dependiendo de lo insistentes que fueran los agentes de policía.
Por fin, en diciembre he llegado a Salamanca y, como lo único que sé hacer es correr, me he apuntado a esta carrera, la llaman la San Silvestre y parece que hay premios importantes. No creo que gane, pero estoy seguro de que, una vez más, llegaré a la meta.
Primer premio en el XII certamen de microrrelatos de la San Silvestre salmantina.
sábado, 20 de abril de 2024
Aldonza
Ahora que me queda poco apuntad, don Miguel, mis aventuras y desventuras, que de aquí sacaréis una de esas novelas ejemplares que tanto gustan a vuestros lectores. Contad mis hazañas, explicad como, animada por los libros, un buen día tomé la cabalgadura y salí al mundo a luchar contra las injusticias.
Cambiad los nombres que deseéis, no me importa, pero no dejéis de contar mis contiendas, aunque muchas de ellas dieran con mis huesos en la tierra y con mi cuerpo dolorido, porque habéis de saber, don Miguel, que a las mujeres también nos duele cada caída, cada derrota justa o injusta, cada batalla perdida.
Seguro que a todos los que lean mis tristes gestas les hará gracia el episodio de los molinos, no lo desmintáis pues a las gentes les aterroriza la verdad. Y para que nadie os acuse de subversivo o de que tenéis exceso de imaginación, contad, como si fuera producto de la locura, mi deseo de felicidad y mis ansias de libertad. Estoy segura de que vos, que sois el mejor escritor en castellano, sabréis jugar con las palabras y darle forma de comedia a mis andanzas por las tierras secas de Castilla.
¡Y cambiadme el nombre por el de un varón!, nadie querrá creer en nuestro siglo que una dama, por muy loca que esté, se atreva a salir de casa a cambiar el mundo.
Ahora que me queda poco apuntad, don Miguel, mis aventuras y desventuras, que de aquí sacaréis una de esas novelas ejemplares que tanto gustan a vuestros lectores. Contad mis hazañas, explicad como, animada por los libros, un buen día tomé la cabalgadura y salí al mundo a luchar contra las injusticias.
Cambiad los nombres que deseéis, no me importa, pero no dejéis de contar mis contiendas, aunque muchas de ellas dieran con mis huesos en la tierra y con mi cuerpo dolorido, porque habéis de saber, don Miguel, que a las mujeres también nos duele cada caída, cada derrota justa o injusta, cada batalla perdida.
Seguro que a todos los que lean mis tristes gestas les hará gracia el episodio de los molinos, no lo desmintáis pues a las gentes les aterroriza la verdad. Y para que nadie os acuse de subversivo o de que tenéis exceso de imaginación, contad, como si fuera producto de la locura, mi deseo de felicidad y mis ansias de libertad. Estoy segura de que vos, que sois el mejor escritor en castellano, sabréis jugar con las palabras y darle forma de comedia a mis andanzas por las tierras secas de Castilla.
¡Y cambiadme el nombre por el de un varón!, nadie querrá creer en nuestro siglo que una dama, por muy loca que esté, se atreva a salir de casa a cambiar el mundo.
Primer premio en el Concurso de Microrrelatos del Ayuntamiento de Salamanca.
miércoles, 3 de enero de 2024
Rocío
Ustedes dirán que no es tan raro encontrar objetos perdidos entre los pliegues de un sofá, que todos hemos extraviado monedas, el mando a distancia o alguna joya sin valor, pero aquello escapaba a toda lógica.
El día que encontré a Rocío entre las almohadas de mi sofá no supe qué decirle, y eso que habíamos vivimos juntos unos años, pero de eso hacía tanto tiempo…
Rocío emergió de las entrañas del sofá, como si tal cosa, quitándose unas migas de las mangas de la blusa y unas cuantas pelusas cariñosas de su falda y, como si no hiciera veinte años que se había marchado, se acurrucó en una esquina y me dijo que, por favor, cambiara de canal, que siempre estaba con el rollo del fútbol.
Y yo le dije que sí, porque solo quería agradarla y que no se fuera, pero entonces vi, aterrado, que había vuelto a perder el mando en la inmensidad de mi sofá y le dije que no podía cambiar de cadena y Rocío que, como ocurrió hace veinte años, me dice que no me preocupe, que ya va a ella a buscarlo, que no puede estar muy lejos, que no va a tardar.
El jurado ha estado compuesto por los escritores y periodistas Ángeles Caso, Antonio Lucas, Mara Torres, Carlos del Amor e Ignacio Elguero.
Noticia en la web de la Fundación Montemadrid
Noticia en Madridiario
"Rocío" ha conseguido el accésit en el VII Concurso de Microrrelatos Carmen Alborch de la Fundación Montemadrid.
¡Gracias!
jueves, 28 de diciembre de 2023
La pistola de Chéjov
La pistola de Chéjov, ha obtenido el tercer premio en el VI Certamen de Microteatro Fernando Luciáñez de la Asociación Cultural Trotea.
En 2024 Trotea la llevará a los escenarios y podremos ver qué consigue cambiar ese arma en la vida de sus dos protagonistas.
jueves, 23 de noviembre de 2023
Limonada o salmorejo (Fragmento)
Adela: También tenemos salmorejo.Andrés: (Muy interesado) ¿Hecho por ustedes?Adela: ¡Caballero! Eso ni se pregunta.Andrés: ¡Ah pues en ese caso sí que me tomaba ahora mismo un buen tazón!Adela: Agustina, ¿le sacas al señor un tazón de salmorejo con un poco de “lo que tú ya sabes” que está en el aparador?(Agustina entra en la casa, mientras tanto Andrés sigue mirando el patio y apuntando todo con mucho detalle).Andrés: No puedo negarme a un buen salmorejo, llevo todo el año fuera de Córdoba y ya se sabe que por ahí fuera…Adela: No saben hacerlo… Pero verá cómo este le parece sublime.(Agustina sale con un tazón en la mano).Agustina: Aquí tiene vuecencia un salmorejo bien cargado.Andrés: ¿Bien cargado?Adela: Bien cargado de los mejores productos cordobeses.(Andrés le da un sorbo y pone una cara rara).Andrés: Nunca había probado un salmorejo así… con este sabor.Adela: Eso es que ha perdido la costumbre… ¿No le gusta?(Andrés vuelve a dar otro sorbo).Andrés: Sabe… sabe distinto, pero la verdad es que cuanto más lo pruebo, más me gusta.
Interpretado por Belén Márquez, Ana Caturla y Juan Ramón Asenjo (Teatro de Cámara Góngora)
jueves, 16 de noviembre de 2023
Excusas
Al parecer no todo funciona bien en el maravilloso entramado de la red de tuberías de nuestro edificio y el vecino del segundo tiene humedades desde hace una semana en el techo de su cuarto de baño.
Dice que sus humedades vienen de mi baño y, aunque no lo entiendo, asiento, digo que sí a todo, muevo la cabeza de arriba abajo mientras miro los ojos grandes del fontanero y el rostro afilado del vecino del segundo que mira detrás de mi espalda, esperando con inquietud a que yo les ceda el paso a mi piso.
Excusas (Fragmento)
Primer Premio en el IX Certamen de Relatos Cortos “Cursos de Verano UNED” UNED JAÉN
Al parecer no todo funciona bien en el maravilloso entramado de la red de tuberías de nuestro edificio y el vecino del segundo tiene humedades desde hace una semana en el techo de su cuarto de baño.
Dice que sus humedades vienen de mi baño y, aunque no lo entiendo, asiento, digo que sí a todo, muevo la cabeza de arriba abajo mientras miro los ojos grandes del fontanero y el rostro afilado del vecino del segundo que mira detrás de mi espalda, esperando con inquietud a que yo les ceda el paso a mi piso.
sábado, 30 de septiembre de 2023
Cecilia
Sin mascarilla apareció su sonrisa. Era una sonrisa limpia, fresca, con un tono entre rojo teja y azul cielo.
En la calle acabaron las restricciones y la gente celebraba los nuevos tiempos, las terrazas rebosaban y todos se besaban y abrazaban sin temor. Nosotros decidimos no salir de casa, pasábamos el día viendo series, pedíamos comida, nos abrazábamos con ternura y nos besábamos con pasión.
Cuando llamó la policía a la puerta me asusté, llevé a Cecilia al congelador y volví a colocarle una mascarilla en su carita. No entendieron nada, no había manera de explicarles que no estaba muerta, que detrás de la mascarilla seguía teniendo una sonrisa maravillosa, aunque cada día era menos roja y más azul.
Primer premio en IX Certamen de relatos Farmacia de toda la vida
sábado, 10 de junio de 2023
Una historia barroca
Hugo, un estudiante español de Filología, comienza a escribirse por e-mail con Iveta, una estudiante checa que también estudia Filología Hispánica y que ha empezado a escribir una novela de suspense en castellano.
Iveta le pide ayuda a Hugo para escribir su novela y el chico se obsesiona cada vez más con ella y su historia en la que ella escribe sobre un estudiante español que conoce a una muchacha checa obsesionada con la novela española...
Hugo deberá encontrar un buen final para la novela de Iveta, aunque para ello tenga que tomar una decisión que va más allá de la ficción.
sábado, 20 de mayo de 2023
sábado, 29 de abril de 2023
La bruja marrón
Lola (dirigiéndose al público). [...] En la calle donde vivía la Bruja Marrón pasaban cosas muy raras: por ejemplo, las bicis no mantenían el equilibrio, los balones que se perdían en su jardín nunca aparecían y las piruletas, fueran del sabor que fueran, siempre sabían a limón.
La verdad es que a los niños y a las niñas del barrio nos daba un poquito de miedo la Bruja Marrón y eso que nunca nos había hecho nada, en realidad ni siquiera la habíamos visto de cerca y no sabíamos cómo era. Lo único que sabíamos es que siempre llevaba un vestido muy largo de color marrón y tenía un sombrero alto como el que usan las brujas de los cuentos.
También sabíamos que cuando llegaba el verano desaparecía y que regresaba a la casa amarilla al empezar el invierno. Siempre volvía ese día en el que te levantas y notas que la casa se ha quedado fría y oyes a tu madre decir que hay que sacar las mantas del armario y empezar a poner la calefacción.
Gracias a los amigos de la Federación Aragonesa de Teatro Amateur por reconocer a esta Bruja Marrón con su premio de Microteatro.
La noticia en Facebook
sábado, 8 de abril de 2023
Llamadas bajo la lluvia
Gracias al jurado del Certamen Literario de Microteatro La Plataforma de Elche por haber premiado "Llamadas bajo la lluvia".
La obra se representará en la próxima Maratón de Teatro Amateur y estoy deseando ver como cae el chaparrón sobre ese trocito de vida de esas dos mujeres.
Nos vemos en Elche.
domingo, 5 de marzo de 2023
Limonada o salmorejo
Adela: ¡Agustina! ¿Qué dirían de ti nuestros padres?
Agustina: Dirían que estamos locas, que lo de la limonada va a salir mal y de que al final se llevarán el premio las de siempre.
Adela: ¡Hay que cambiar la historia, Agustina! Ya está bien que siempre ganen los mismos.
Agustina: Yo es que ya estoy muy mayor para cambiar la historia, me conformo con que me dejen cambiar la compañía de la luz sin volverme loca.
Adela: Estás muy negativa Agustina, pero me da igual, ahora dejo preparado el elixir y con tu ayuda o sin ella se lo serviré a los del jurado, ya verás…
Agustina: Sí, ya veremos cómo le dan los dos mil euros a las de siempre… Oye ¿qué harán con tanto dinero? ¿Más limonada?
Primer premio en el II Concurso de microteatro Casa de Córdoba en Madrid
jueves, 12 de mayo de 2022
Desobediente
Primer Premio en el II Concurso de microrrelatos del Museo de Historia de Madrid "Una mente poliédrica"
viernes, 1 de abril de 2022
Fábula del porvenir
Un hombre dejó en herencia a sus tres hijos tres botellas del mejor vino de su tierra, el primero la bebió en solitario y consiguió recuperar, sorbo a sorbo, su propio pasado. El segundo la tomó en compañía y, al hacerlo, fue consciente de la fragilidad del presente. El tercero la dejó sin abrir porque intuía en su interior el vértigo del futuro.
El primer hijo consiguió ser un sabio, pero no encontró la felicidad, el segundo consiguió ser feliz pero no alcanzó la sabiduría.
El tercero aún está mirando el porvenir.
viernes, 30 de julio de 2021
El vacío
Antes de morir, mamá me dijo que velaría mis sueños y, todas las noches, después de tomar un vaso de leche caliente, yo dormía muy feliz con su enorme retrato sobre mi cama.
Todo fue bien hasta que conocí a Andrés a la salida de misa de doce. A mamá parecía no gustarle que Andrés se metiera en mi alcoba, y a él no le gustaba que mamá nos mirara cuando estábamos en la cama. Una noche Andrés descolgó el retrato de la pared, sacó a mamá del dormitorio y lo dejó en el pasillo, apoyado contra la puerta de la cocina.
Mamá ya no nos miraba, pero el hueco que dejó en el papel pintado me hizo sentir un vacío en el estómago que pronto empecé a llenar con pasteles de nata y empanadas de carne. Al año y medio yo había engordado veintiséis kilos y Andrés se había marchado con una beata jovencita a la que conoció un Domingo de Pascua.
Mamá ha vuelto a ocupar su hueco encima de mi cama, pero el vacío que tengo en el estómago no se llena con nada, suerte que mamá siempre había guardado la ilusión de tener una niña gordita.
Publicado en Relats que alimenten
Justicia Alimentària València
viernes, 14 de mayo de 2021
Pareidolia
El doctor dice que estoy mal de los nervios, que tengo una enfermedad obsesiva con un nombre griego muy raro, y que creo ver por todas partes caras humanas donde solo hay piedras y ventanas, pero a mí no me engañan.
Yo sé que las dos torres de la casa de doña Emilia me miran fijamente cada atardecer, cuando regreso a casa desde la fraga, y no hay día en que la más alta no se sonría y me dé las buenas noches, pero también me habla la torre más bajita y me dice con amargura que está muy cansada, que no soporta más esta humedad y este aburrimiento.
Estoy deseando que vuelva doña Emilia y contárselo, aunque madre no quiere que me acerque por el pazo y el doctor me ha prohibido pasar delante de las dos torres por si me ocurre lo que al loco aquel de La Mancha y me lanzo contra ellas, cómo si yo no supiera que todo es un cuento y que los molinos no existen.
El doctor dice que estoy mal de los nervios, que tengo una enfermedad obsesiva con un nombre griego muy raro, y que creo ver por todas partes caras humanas donde solo hay piedras y ventanas, pero a mí no me engañan.
lunes, 26 de abril de 2021
Julia y el amor
Aquel día los relojes de Madrid corrieron veloces, como si la felicidad les diera cuerda. La tarde pasó como pasa un sueño. Por la noche supe que mi mundo había cambiado, que yo ya no era yo.
Empecé a vivir en medio de una sensación de irrealidad. Cada día iba a buscar a Julia a la facultad de Medicina. Ella bajaba las escaleras agarrada a una carpeta marrón. Yo la esperaba impaciente contando los escalones. Juntos descubrimos grandes cosas, como que los cielos de Madrid eran los mismos que aparecen en los cuadros del Prado y le daban a la ciudad un aire de irrealidad y a nosotros un soplo de ausencia.Llegué a creerme que aquello era verdad.
Caminamos mucho, comimos bocadillos en las peores tascas de Madrid, visitamos a amigos que querían cambiar el mundo a golpes de periódicos ilegales y octavillas llamando a la insurrección. Yo los miraba como se mira a los niños la mañana de Reyes, y cada noche subía, y cada mañana bajaba, las escaleras de su piso en un eterno retorno mucho antes de saber qué era eso, antes de saber nada de nada.
Julia y el amor (Fragmento)
Finalista del Concurso de Relatos Cortos "Horizonte Republicano", Podem Castelló.
lunes, 1 de marzo de 2021
Eterno retorno
Cuando era adolescente había una tienda de ultramarinos en mi calle, su propietario era un chico del que estaba muy enamorada.
En la puerta había sacos de legumbres y, todas las mañanas, cuando volvía del colegio, metía la mano en el saco de lentejas y sacaba un puñado que luego guardaba, arrebatadamente, en un bote de cristal.
Esa acción me acercaba a aquel chico de una manera casi amorosa. Pero el tiempo todo lo puede, y yo acabé el colegio, y dejé de pasar por allí y de meter la mano en el saco de lentejas. Pero hace unos días volví a mi ciudad y pasé por esa calle donde aún estaba la tienda, aunque sin sacos a la puerta.
Sin pensarlo entré y vi a un señor detrás del mostrador.⎼ ¿Ya no tienen sacos de legumbres a la puerta? –Le pregunté.⎼ Los tuve ⎼respondió sonriendo⎼ pero había una chiquilla que todas las mañanas me robaba un puñado de lentejas.⎼ ¿Cada mañana? ¿Y por qué no le dijo nada?⎼ Porque me gustaba mucho, pero quise esperar a que creciera… y un día desapareció.⎼ Quizás ⎼dije temblando⎼ debería volver a sacar los sacos a la calle.
Puedes leerlo y oírlo aquí
sábado, 13 de febrero de 2021
Las betas. Microteatro
La asociación de creadores y artistas Palin ha publicado 'Tú y yo', antología de microteatro con los textos seleccionados del I Certamen Palin-Julio Navarro.
Entre estas obras está Las beatas, una pieza sencilla y espero que graciosa que, aunque no lo pretendía, ha acabado tomando sentido en el contexto de esta situación que estamos viviendo y que de puro extraña no da lugar para una ficción creíble.
Ojalá que estas beatas puedan saltar un día del papel a un escenario.
lunes, 7 de diciembre de 2020
Reescribir Madrid
Volvió Galdós a Madrid, vio a mendigos dormir en las calles, encontró mil historias enredadas en las galerías del tren subterráneo, y se estremeció cuando vio huir de la policía a un grupo de africanos.
Volvió Galdós a Madrid, vio desahucios, y sirenas, y manifestaciones, y pintadas en los muros, y banderas de muchos colores. Vio tiendas enormes y restaurantes caros, y viajeros de todas las razas cargados de bolsas, y automóviles imposibles rodando por sus calles.
En una librería
del centro vio su fotografía y la leyenda “Galdós es Madrid” y pensó que, de
nuevo, tenía todo por escribir.
Seleccionado en el XII Concurso de Microrrelatos Año Galdós
Bibliotecas Públicas Municipales de Madrid
El fantasma de la libertad

Benito inventó a Fortunata para poder soñar con ella, le creó un rostro gracioso, cabello moreno y un cuerpo de escándalo. Para hacerla más humana la situó en una corrala y le dio una vida miserable.
Cuando acabó de imaginarla fue a la corrala, preguntó por ella y la encontró, a medio camino de algún episodio, en las escaleras de madera. Llevaba un pañuelo en la cabeza y un mantón sobre los hombros.
Galdós quedó impresionado por su obra, no supo qué decirle y, en un ataque de torpeza, le pidió matrimonio. Por suerte, Fortunata era una mujer sin ataduras.

Benito inventó a Fortunata para poder soñar con ella, le creó un rostro gracioso, cabello moreno y un cuerpo de escándalo. Para hacerla más humana la situó en una corrala y le dio una vida miserable.
Cuando acabó de imaginarla fue a la corrala, preguntó por ella y la encontró, a medio camino de algún episodio, en las escaleras de madera. Llevaba un pañuelo en la cabeza y un mantón sobre los hombros.
Galdós quedó impresionado por su obra, no supo qué decirle y, en un ataque de torpeza, le pidió matrimonio. Por suerte, Fortunata era una mujer sin ataduras.
jueves, 19 de noviembre de 2020
Amor profundo
Cogí el Cercanías en Alcalá y la vi, era preciosa, pero lo que me llamó la atención fue que sus ojos no estaban pegados a un móvil, ni a una tablet ni a un ordenador.
Nuestras miradas se cruzaron por primera vez en Torrejón, y en Coslada quedó libre un asiento a su lado. En Vicálvaro, ―con el corazón martilleándome en el pecho― me atreví a hablarle y en Vallecas la invité a salir.
Cuando bajamos en Atocha nadie se había enterado de nada, solo un niño pequeño nos miraba, divertido, cuando nos besamos en el andén.
Seleccionado en el XIV Certamen de Relatos Cortos "El Tren y El Viaje” (Cercanías Renfe Madrid)
viernes, 25 de septiembre de 2020
La caja mágica
La cruz verde nunca se apaga, por las noches cubrimos las lámparas y abrimos el balcón, entonces nuestro salón se convierte en una caja mágica donde las luces verdes e intermitentes del luminoso de la farmacia de guardia transforman la casa.
Lucía, mi hija, dice que allí nace el arco iris. Mi mujer explica, emocionada, que el salón es ahora el interior de una catedral gótica donde las vidrieras nos inundan de luz del medievo. Y el abuelo, que fue marinero, asegura que ese tono verdoso le recuerda una aurora boreal.
Yo me hago el duro y les digo que solo es un luminoso… pero desde que estamos confinados, en cada parpadeo verdoso siento una tranquilidad que no puedo explicar.
Primer premio en el VI Concurso de Microrrelatos La farmacia de toda la vida 2020
viernes, 12 de junio de 2020
La carrera
Desde que empezó el confinamiento corro todas las mañanas en la cinta, ese aparato fue lo único que dejó mi exmujer cuando me abandonó y, aunque a mí nunca me gustó correr, empecé a hacerlo en un ejercicio de nostalgia un día en que las noticias eran tan malas que pensé en salir huyendo.
Todo se hubiera quedado en una rabieta si no hubiera descubierto a Lucía en una ventana del bloque de enfrente. Ella también corría en una cinta, mirando al exterior, en una carrera sin destino. Para verla mejor coloqué mi aparato enfrente y empecé a correr en su dirección.
Hace ya cuarenta días que Lucía y yo corremos, mirándonos a los ojos, en una carrera en la que nunca conseguimos alcanzarnos, pero cuando a las ocho de la tarde sale a aplaudir junto a su marido, nos miramos un instante, sonreímos… y no decimos nada.
Relatos de un confinamiento, Ayuntamiento de Utiel
domingo, 17 de mayo de 2020
domingo, 19 de abril de 2020
Certamen de relatos Pérez-Taybilí
EL ÚLTIMO COMBATE DE SANTIAGO SÁNCHEZ
Santiago Sánchez llegó a Toledo de madrugada.
Cuando aparcó junto al hotel y bajó de su coche la niebla cubría la carretera y, por prudencia o por superstición, no se atrevió a hacer rodar su maleta. Llamó al timbre y le pareció que, sin duda, aquella chicharra había despertado a todos los huéspedes. Tardó más de cinco minutos en encenderse una luz lejana, después se iluminó el recibidor y, al poco, apareció una mujer de mediana edad vestida con un pantalón azul oscuro y una camisa blanca.
̶ ¿Tiene reserva?
̶ Sí, les llamé esta tarde avisándoles que no podría llegar hasta las dos y media, soy Santiago Sánchez.
Al oír su nombre la mujer bajó la mirada y miró las manos del huésped buscando en ellas algo extraordinario, pero solo pudo ver unos dedos huesudos agarrados a una maleta de color azul.
II
El ruido del timbre sacó a Vero de un sueño demasiado intenso.
Había tardado mucho en dormirse y sintió que ya no iba a lograrlo en toda la noche. Se levantó y salió al balcón, llevaba puesto un salto de cama rojo que hacía juego con la decoración de la habitación y que nunca se había sentido con ánimo de llevar.
En el exterior la niebla lo cubría todo y el mundo entero parecía que había desaparecido. Encendió un cigarrillo, abrió una botella de whisky y pensó en que el paso que estaba dando cambiaría al fin su vida.
III
Cuando entró en la habitación lo primero que hizo Santiago fue encender el televisor. Después abrió su maleta y sacó una botella, buscó en el mueble bar, encontró un vaso de whisky, lo llenó hasta la mitad, tomó un trago largo y se tumbó en la cama.
Pensó en que Gárate, su entrenador, llegaría mañana justo antes del combate, pensó en sus palabras antes de despedirse, ‘no hagas ninguna tontería, ve directo al hotel y no te despistes’.
Gárate estaría orgulloso de él, había llegado a Toledo a las dos de la madrugada y en lugar de distraerse en cualquier club nocturno, había ido directo a este hotel de carretera. Esta noche a descansar y mañana la pelea con el manchego. Pero ahora necesitaba relajarse, tomar una copa y ver la tele mientras llegaba el sueño.
IV
Verónica lleva dos días y tres botellas en la habitación 313, el primero se atrevió a cruzar la carretera e internarse en un bosquecillo en el que era fácil imaginar que entre la niebla se escondían duendes, hadas y animales fabulosos. En medio del paseo estalló una tormenta y cuando consiguió volver al hotel, empapada, llovía como suele llover en las películas momentos antes de que vaya a ocurrir algo irremediable.
V
La última vez que estuvo en Toledo, Santiago Sánchez tuvo que buscar un dentista, lo recuerda como si fuera ayer, y sonríe. Santiago sabe que cuando le vienen a la cabeza combates de hace más de cuatro o cinco años es que el whisky está haciendo efecto, si además los perdió y los recuerda con nostalgia es que ya está en ese punto óptimo de la bebida en el que la vida comienza a ser amable.
Aquel de Toledo fue su último combate en el peso ligero, poco después subió dos categorías y empezó a combatir en el Wélter. Fue su mejor época, unos años en los que ganó mucho dinero y su vida parecía que iba hacia adelante.
Luego todo se fue torciendo.
VI
Vero fuma negro y siempre huele a tabaco, su cara es de rasgos suaves y redondeados y sus ojos almendrados como una pintura de Modigliani. Tiene la piel suave y el pelo castaño recogido con cuatro horquillas. Cuando se ríe se le nota una pequeña cicatriz en la comisura de la boca.
VII
Desde hace unas cuantas temporadas Santiago ha descubierto la magia del azar. Prueba suerte con todos los juegos que conoce, visita con frecuencia el casino y participa en apuestas deportivas. Santiago cree que la casualidad gobierna la vida y que la suya está detrás de alguna serie de números. A veces, cuando la suerte le resulta esquiva, Santiago trata de intervenir, pero entonces no se le puede llamar azar sino destino.
VIII
Vero quiere tomar las riendas de su destino. Su vida se ha ido enredando demasiado en los últimos tres años. Pensó que una pequeña aventura con un hombre más joven le daría un nuevo aire a su existencia y que la diferencia de edad y de posición le permitiría manejar la situación como quisiera. Pero las historias no siempre salen como uno las sueña, y la aventura hacía tiempo que se había convertido en una pesadilla, y su amante amenazaba con hacer saltar por los aires su pequeña vida burguesa.
Verónica supo de la existencia de Santiago Sánchez por casualidad, gracias a una noche en que acudió con su marido al Casino y, mientras su esposo lo perdía todo en la ruleta, ella escuchó a un barman hablar de él.
IX
Santiago bebe un whisky escocés de 45 grados y 12 años. La botella tiene una etiqueta con el dibujo de la cabeza de un animal del que no sabría decir su nombre. La habitación del hotel en la que se aloja Santiago es la 314. El combate en Toledo ha llegado en el momento en que Verónica lo necesitaba.
Destino.
X
Vero no cree en el azar, si acaso en el whisky y en las habitaciones de los hoteles. Por un momento piensa en la cantidad de gente que ha debido pasar por ese mismo cuarto, imagina con envidia o quizás con melancolía sus pequeñas historias, en parejas felices de vacaciones, en encuentros furtivos de amantes, en el paraíso y el infierno separados por un simple número de habitación.
Verónica se ayuda de un trago para imaginar su propia historia, una hora después ya tiene la botella vacía y su vida reconstruida.
XI
Antes de terminar su botella a Santiago Sánchez le asalta una sensación extraña y no sabe cómo llamarla o cómo interpretarla porque nunca antes la había tenido. Santiago siente muy dentro de sí, en un órgano que, de existir, estaría situado entre el bazo y el estómago, la certeza de que su vida no es su vida.
XII
Vero entra en su habitación, se quita el salto de cama y pasa al cuarto de baño, manipula los grifos de la ducha y deja que salga el agua un buen rato mientras se mira, desnuda, en el espejo del baño. Sujeta su cigarrillo con los dedos índice y corazón de la mano izquierda y ve frente a ella a una mujer más mayor de lo que creía, pero también ve a una mujer nueva. Trata de no fijarse en los moratones del hombro, del pecho, de la barriga. Después, la niebla se instala en la habitación y el vapor de la bañera va invadiendo el espacio hasta que su imagen desaparece del espejo.
XIII
Santiago escucha el ruido del agua cayendo en la habitación de al lado. Recuerda que tendría que llevar dormido desde hace dos o tres horas y que mañana tendrá que mentir a Gárate, después mira inconscientemente hacia su botella de whisky vacía, el animal de la etiqueta le mira con ojos burlones, se ríe de su poca fuerza de voluntad y Santiago estrella la botella contra la pared del fondo.
XIV
Vero sale de la ducha y se envuelve en una toalla blanca. Ha oído el golpe de la habitación 314 y se da prisa en secarse el pelo y vestirse. Sabe que tiene una cita en cuanto amanezca y ya no queda demasiado.
XV
Santiago se queda dormido y a la hora de la cita tiene puesta aún la misma ropa con la que llegó al hotel, y un sabor amargo en la boca que no sabe si es cosa suya o consecuencia de la botella de whisky. Se lava la cara y se cambia de camisa, se peina y baja a la cafetería.
XVI
Verónica espera sentada bajo varias fotografías en blanco y negro de hombres y mujeres que la miran desde otro tiempo con extrañeza y con cierto aire de reproche, como si realmente supieran quién es y por qué está allí.
Ha empezado a llover y la lluvia le provoca una sensación de irrealidad que le hace pensar en levantarse y marcharse de la cafetería. En ese momento un camarero se le acerca y le pregunta qué desea.
̶ Un café con leche, largo de café, por favor.
XVII
Santiago llega a la cafetería con aspecto de haber dormido en la calle, lleva una americana que le queda demasiado estrecha y los mismos pantalones con los que viajó y con los que se ha acostado. Se fija en Vero y la mujer le hace una señal moviendo la taza de café como si fuera a brindar con ella, Santiago se sienta enfrente de Verónica.
XVIII
Vero se lo imaginaba de otra manera, más joven quizás, con mejor aspecto, más moreno y con más pelo. Santiago ronda los cuarenta, tiene una ceja partida y los ojos hinchados, su pelo es claro y escaso. Todos menos Vero saben que en el mundo del boxeo se le conoce como ‘El Rubio’.
XIX
‘El Rubio’ pide un café solo y algo para comer, el camarero le deja la carta y le sugiere la bollería recién hecha. Hasta que el chico no se va, Santiago no se dirige a Vero.
̶ ¿Encontró bien el hotel?
̶ Sí claro, además he dormido aquí dos días.
̶ ¿Ah sí? Pensé que era usted de Toledo.
̶ Vivo en Madrid, pero no quería llegar tarde a la cita.
̶ Ya ve, al final el que ha llegado tarde he sido yo, lo siento, me quedé dormido a última hora.
̶ ¿Duerme mal?
̶ Los días que tengo combate no pego ojo.
̶ Ah sí, me dijo que era usted…
̶ Boxeador, lo era y lo sigo siendo hasta que pueda retirarme.
̶ ¿Cuándo piensa hacerlo?
̶ Puede que el de hoy sea mi último combate.
̶ Me refiero a mi encargo ¿cuándo estará listo?
̶ ¿Ha traído la foto?
Vero le acerca a Santiago una fotografía en 10 x 15 en la que se ve a un hombre joven y sonriente, lleva una cazadora de cuero y se adivina que está sentado sobre una moto.
̶ Es de hace dos o tres meses, tiene el mismo aspecto, la misma moto y la misma sonrisa.
̶ ¿Cómo quiere que sea el susto?
Vero se sonroja, mira a su alrededor y ve que el camarero se acerca con el café y dos bollos para Santiago, espera a que sirva la mesa y después continúa hablando.
̶ No lo sé, eso es cosa suya, lo único que quiero es que a ese hombre le quede muy claro que no debe volver a acercarse a mí ni a mi casa.
Santiago se da cuenta de que, a pesar de su aspecto frágil, Vero es una mujer capaz de hacer cualquier cosa, le gusta el mohín de sus labios cuando está tensa.
̶ Lo haré hoy mismo, después del combate.
̶ ¿Le dará tiempo?
̶ Me quedaré en este hotel hasta mañana, después de los combates no suelo dormir así que tendré entretenimiento. Estaré en Madrid en menos de una hora, haré el trabajo y cuando todo termine vendré, recogeré mis cosas y a mi entrenador y volveré a mi casa.
A Verónica le impresiona la facilidad con la que un matón explica cómo va a hacer su trabajo, le sigue costando imaginarse a Santiago dándole un susto a su amante, pero se da cuenta de que su mirada es como la de un niño y de que no la va a engañar. Antes de que se lo pida, Vero le acerca un sobre con el membrete del hotel en el que ha metido cuatro mil euros. Santiago lo recoge, sonríe y lo guarda sin abrirlo. Después le da las gracias, no sabe qué decir y vuelve a hablar de lo único que le interesa.
̶ Si todo va bien esta noche disputaré mi último combate.
̶ ¿Tiene dinero para poder retirarse?
̶ Claro que no, pero espero que me recomiende a sus amigas.
XX
Vero retira la mirada, hace memoria, por si le queda algo que decir a Santiago, después apura su café, deja un billete de veinte y se levanta, mientras lo hace le recuerda al ‘Rubio’ que no se han visto nunca.
Santiago Sánchez se queda solo en la mesa y desayuna con apetito, mientras lo hace una camarera muy joven se acerca a él con el periódico del día en las manos.
̶ Disculpe señor.
Santiago alza la mirada de la taza de café y la posa en los ojos muy abiertos de la camarera.
̶ ¿Sí?
̶ ¿Es usted Santiago Sánchez?
Santiago siente por dentro algo parecido al orgullo, mira de arriba abajo a la chica y para su mirada en sus pechos tras la camisa blanca ajustada.
̶ Sí, yo soy ‘El Rubio’.
̶ ¿Le importaría firmarme esta foto del periódico?
Por un momento Santiago olvida la resaca, olvida el encargo de Verónica y hasta olvida que hoy disputará su último combate.
̶ Claro, ¿cómo te llamas, guapa?
̶ No es para mí, es para mi padre, le admira a usted desde hace muchos años, irá a verle pelear esta noche.
XXI
Y Santiago siente que la niebla ha pasado del paisaje a su cabeza.
Relato ganador del II Premio Pérez-Taybilí (Medina Cultura de Toledo)
domingo, 1 de diciembre de 2019
8 años de relatos
El Aula Social Dr.Pedro Zarco del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, que organiza todos los años el concurso anual de relato breve, acaba de sacar a la luz un volumen titulado 8 años de relatos en el que se recopilan los cuentos premiados y también los finalistas de las ocho primeras ediciones (2011-2018)
Entre esas páginas está Tratado de salud para un asesino, finalista en 2017, un relato enfermizo donde aparece un personaje inclasificable del que inexplicablemente guardo muy buen recuerdo.
Gracias a los amigos del Aula Pedro Zarco por el esfuerzo y la pasión y por hacer que esos relatos queden recogidos en este libro.
viernes, 1 de noviembre de 2019
Ingrid
Roberto decidió combatir su soledad inscribiéndose en un club de solteros, por desgracia solo consiguió acudir a reuniones de solitarios y solitarias por vocación que arañaban -estas últimas- a cualquiera que intentara un acercamiento amistoso.
La huida de ese club fue muy fácil, Roberto solo tuvo que dejarse caer para acabar en la siguiente asociación que, bajo el sugestivo nombre de "Líos de parejas", se abría al final de la misma calle y tras una puerta de doble hoja. Le atendió una señorita muy amable que le ayudó a rellenar los impresos de inscripción y que no se sintió violenta cuando, al llegar al apartado de los datos de su pareja, Roberto no tenía nada que decir.
Con más amabilidad todavía, la señorita de recepción le indicó que aquel club era exclusivamente para parejas y que no podía apuntarse nadie sin ella, una vez allí dentro, eso sí, cada cual podía hacer lo que deseara con quien quisiera, acompañado o no por su pareja, siempre que el otro aceptara.
A Roberto le apetecía mucho descubrir los laberintos de pasiones que se adivinaban tras la puerta doble de aquel club así que no dudó en inventarse una pareja que, lamentablemente, no le podría acompañar en sus visitas.
Tomando como referencia a la señorita que le atendía, se inventó una mujer de largos cabellos rubios recogidos en la nuca, de ojos azules y chispeantes y pómulos sonrosados. Roberto hizo levantar a aquella mujer de su silla para seguir describiendo a la suya, sus casi ciento ochenta centímetros de altura, sus piernas infinitas cubiertas por medias negras y sus pechos grandes y firmes como frutos verdes de algún país desconocido.
Cuando tuvo que rellenar el espacio dedicado a sus gustos y aficiones, la chica le indicó que le gustaba dormir con la luz encendida y, en verano, con la ventana abierta, que le encantaba el chocolate negro y las sábanas blancas, los viajes a ninguna parte y desnudarse bajo la luna llena. Una vez que acabó de describirla, Roberto se sintió como si la conociera de toda la vida y un poco miserable por encontrase en aquel club dispuesto a liar su relación en una madeja de la que seguro no saldría indemne. No le gustó nada pensar que su mujer, a la que había puesto un nombre nórdico, acabara relacionándose con hombres solitarios apuntados a aquel club para conocer a chicas como ella.
Cuando volvieron a casa Roberto le sugirió a Ingrid que, quizás, debería cambiar de trabajo.
Publicado en Relatos para Sallent (XIII Concurso de relatos cortos para leer en tres minutos Luis del Val)
Roberto decidió combatir su soledad inscribiéndose en un club de solteros, por desgracia solo consiguió acudir a reuniones de solitarios y solitarias por vocación que arañaban -estas últimas- a cualquiera que intentara un acercamiento amistoso.
La huida de ese club fue muy fácil, Roberto solo tuvo que dejarse caer para acabar en la siguiente asociación que, bajo el sugestivo nombre de "Líos de parejas", se abría al final de la misma calle y tras una puerta de doble hoja. Le atendió una señorita muy amable que le ayudó a rellenar los impresos de inscripción y que no se sintió violenta cuando, al llegar al apartado de los datos de su pareja, Roberto no tenía nada que decir.
Con más amabilidad todavía, la señorita de recepción le indicó que aquel club era exclusivamente para parejas y que no podía apuntarse nadie sin ella, una vez allí dentro, eso sí, cada cual podía hacer lo que deseara con quien quisiera, acompañado o no por su pareja, siempre que el otro aceptara.
A Roberto le apetecía mucho descubrir los laberintos de pasiones que se adivinaban tras la puerta doble de aquel club así que no dudó en inventarse una pareja que, lamentablemente, no le podría acompañar en sus visitas.
Tomando como referencia a la señorita que le atendía, se inventó una mujer de largos cabellos rubios recogidos en la nuca, de ojos azules y chispeantes y pómulos sonrosados. Roberto hizo levantar a aquella mujer de su silla para seguir describiendo a la suya, sus casi ciento ochenta centímetros de altura, sus piernas infinitas cubiertas por medias negras y sus pechos grandes y firmes como frutos verdes de algún país desconocido.
Cuando tuvo que rellenar el espacio dedicado a sus gustos y aficiones, la chica le indicó que le gustaba dormir con la luz encendida y, en verano, con la ventana abierta, que le encantaba el chocolate negro y las sábanas blancas, los viajes a ninguna parte y desnudarse bajo la luna llena. Una vez que acabó de describirla, Roberto se sintió como si la conociera de toda la vida y un poco miserable por encontrase en aquel club dispuesto a liar su relación en una madeja de la que seguro no saldría indemne. No le gustó nada pensar que su mujer, a la que había puesto un nombre nórdico, acabara relacionándose con hombres solitarios apuntados a aquel club para conocer a chicas como ella.
Cuando volvieron a casa Roberto le sugirió a Ingrid que, quizás, debería cambiar de trabajo.
Publicado en Relatos para Sallent (XIII Concurso de relatos cortos para leer en tres minutos Luis del Val)
sábado, 29 de junio de 2019
El amor por la ventana
Ya hubo premios y premiados durante la fiesta de Madrid Sky del caluroso jueves 27.
Los copio a continuación:El segundo finalista, y tercer premio, es el cuento Escena sobre la persistencia de las luces, de Jesús Tíscar Jandra.
El primer finalista, y segundo premio, es el cuento Cerrado por gestión, de Domingo Jiménez Lacaci.
El ganador del concurso es el relato El amor por la ventana, de Miguelángel Flores
Justo y emocionado vencedor Miguelángel Flores con un cuento lleno de fuerza y de verdad. Ojalá en mi vida todos mis votos tuvieran tan buen resultado.Estupendo también el segundo premio para Domingo Jiménez Lacaci con un relato salido del azar de tres palabras que no tenían nada en común. Genial.Enhorabuena también para Jesús Tiscar, que cierra la terna, y al resto de finalistas.
Lo dicho, un placer y hasta la próxima.
Ya hubo premios y premiados durante la fiesta de Madrid Sky del caluroso jueves 27.
Los copio a continuación:El segundo finalista, y tercer premio, es el cuento Escena sobre la persistencia de las luces, de Jesús Tíscar Jandra.
El primer finalista, y segundo premio, es el cuento Cerrado por gestión, de Domingo Jiménez Lacaci.
El ganador del concurso es el relato El amor por la ventana, de Miguelángel Flores
Justo y emocionado vencedor Miguelángel Flores con un cuento lleno de fuerza y de verdad. Ojalá en mi vida todos mis votos tuvieran tan buen resultado.Estupendo también el segundo premio para Domingo Jiménez Lacaci con un relato salido del azar de tres palabras que no tenían nada en común. Genial.Enhorabuena también para Jesús Tiscar, que cierra la terna, y al resto de finalistas.
Lo dicho, un placer y hasta la próxima.
martes, 18 de junio de 2019
Madrid Sky
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No podía imaginar cómo había llegado hasta allí |
Los amigos de la asociación Primaduroverales, grupo de escritores, han confiado en mí para ser miembro del jurado del VII Certamen Madrid Sky de relato corto.270 relatos han participado en esta edición y los votos del jurado han dado como finalistas los siguientes trabajos: Al borde, de Juan Pablo Goñi Capurro.Amanda, De vez en cuando, de Rodrigo Martín Antoranz. Cerrado por gestión, de Domingo Jiménez Lacaci. Con un solo hielo, de Alberto Ramos Díaz. El amor por la ventana, de Miguelángel Flores. Escena sobre la persistencia de las luces, de Jesús Tíscar Jandra. Geometria en masa, de José Manuel Dorrego Sáenz. Juventud, de Mayte Blasco.
El día 27 de junio, a las 19,00 en Madrid (Salón de Actos de la Fundación Abogados de Atocha, en la calle Sebastián Herrera 14) tendrá lugar el acto en el que se leerán los relatos y se entregarán los premios a los tres ganadores. Las entregas de premios del Madrid Sky siempre son una fiesta en la que todos los finalistas son los protagonistas de una tarde divertida con la literatura como excusa.
Es una obviedad repetida mil veces eso de que todos los relatos son maravillosos y que ha sido muy difícil elegir a los ganadores. Lo que puedo decir, desde dentro del jurado, es que ha sido estupendo poder acercarme a todos esos relatos, leerlos, valorarlos, defender a los que he creído que más lo merecían y ayudar a formar esta selección que, os aseguro, es excelente.
El jueves 27 nos vemos en Madrid.
El día 27 de junio, a las 19,00 en Madrid (Salón de Actos de la Fundación Abogados de Atocha, en la calle Sebastián Herrera 14) tendrá lugar el acto en el que se leerán los relatos y se entregarán los premios a los tres ganadores. Las entregas de premios del Madrid Sky siempre son una fiesta en la que todos los finalistas son los protagonistas de una tarde divertida con la literatura como excusa.
Es una obviedad repetida mil veces eso de que todos los relatos son maravillosos y que ha sido muy difícil elegir a los ganadores. Lo que puedo decir, desde dentro del jurado, es que ha sido estupendo poder acercarme a todos esos relatos, leerlos, valorarlos, defender a los que he creído que más lo merecían y ayudar a formar esta selección que, os aseguro, es excelente.
El jueves 27 nos vemos en Madrid.
viernes, 10 de mayo de 2019
Antología Premio Pérez-Taybilí de relato
El 4 de mayo, coincidiendo con la entrega de premios del III Certamen de relatos Pérez-Taybilí, organizado por Medina Cultura, se presentó en Toledo la Antología con los ganadores de las tres primeras ediciones entre las que se encuentra este Último combate de Santiago Sánchez que, por suerte, sigue teniendo pendiente esa última pelea ahora también entre las páginas de papel de una edición fabulosa a cargo de la editorial Huerga y Fierro.
Es estupendo que el grupo de personas que está detrás de una empresa como Medina Mudéjar invierta tiempo y dinero, pasión y esfuerzo en el (nada rentable) mundo de la literatura. Muchas gracias.
El 4 de mayo, coincidiendo con la entrega de premios del III Certamen de relatos Pérez-Taybilí, organizado por Medina Cultura, se presentó en Toledo la Antología con los ganadores de las tres primeras ediciones entre las que se encuentra este Último combate de Santiago Sánchez que, por suerte, sigue teniendo pendiente esa última pelea ahora también entre las páginas de papel de una edición fabulosa a cargo de la editorial Huerga y Fierro.
Es estupendo que el grupo de personas que está detrás de una empresa como Medina Mudéjar invierta tiempo y dinero, pasión y esfuerzo en el (nada rentable) mundo de la literatura. Muchas gracias.
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